En el evento CTO Insights Medellín, Andrés Silva, CEO de Try My Ride, compartió su visión sobre cómo la movilidad urbana puede convertirse en un motor de sostenibilidad, equidad y calidad de vida en América Latina. Durante su charla, destacó los profundos desafíos que enfrentan las ciudades de la región, como el tiempo perdido en el tráfico, los altos costos del transporte para las personas de bajos ingresos y el impacto ambiental derivado de las emisiones de CO₂. Silva señaló que estos problemas no solo afectan a las personas directamente, sino que también limitan el desarrollo de comunidades más inclusivas y sostenibles.
Un Ecosistema Fragmentado: Los Retos Actuales
Las cifras presentadas por Silva son alarmantes. En ciudades como Bogotá, los habitantes pierden más de 500 horas al año atrapados en desplazamientos, lo que equivale a más de 20 días completos. Al mismo tiempo, quienes perciben ingresos bajos destinan hasta un 30% de su salario al transporte, mientras que aquellos con ingresos medios o altos solo gastan un 3%. Este panorama también tiene un impacto significativo en el medio ambiente: el 60% de las emisiones de CO₂ provienen de la movilidad urbana, donde el 80% de los vehículos transporta únicamente a una persona.
Además, el contexto social es preocupante. Según Silva, el 93% de los casos de acoso reportados en transporte público afectan a mujeres, lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de alternativas más seguras. Este escenario fragmentado y desigual exige soluciones integradoras que no solo sean tecnológicas, sino que también respondan a las necesidades reales de las personas y las comunidades.
Innovación al Servicio de la Movilidad
La propuesta de Try My Ride busca abordar estos retos mediante una plataforma tecnológica que combina medios de transporte como carpooling, bicicletas y scooters eléctricos en un ecosistema integral. Silva explicó que la plataforma está diseñada para conectar personas y fomentar comunidades de confianza dentro de empresas y organizaciones. Este modelo no solo promueve la sostenibilidad, sino también valores como la colaboración y la empatía, pilares fundamentales para transformar la movilidad urbana.
La tecnología es el núcleo de esta solución. A través de algoritmos de aprendizaje automático, la plataforma analiza datos en tiempo real para identificar patrones de viaje y optimizar las coincidencias entre usuarios. Esto garantiza que cada desplazamiento sea eficiente y seguro, maximizando el uso de los recursos existentes. Además, la plataforma ofrece incentivos personalizados que motivan a los usuarios a participar activamente, haciendo de la movilidad una experiencia positiva y sostenible.
Silva también destacó que este enfoque permite a las empresas reducir costos asociados al transporte de sus colaboradores, al tiempo que refuerzan su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Al ofrecer soluciones que integran tecnología y sostenibilidad, Try My Ride se posiciona como un modelo innovador y escalable para las ciudades latinoamericanas.
Impactos Transformadores
Los resultados alcanzados hasta ahora son un testimonio del potencial de este modelo. En términos ambientales, la plataforma ha logrado evitar más de 32.000 toneladas de CO₂ al año mediante prácticas como el carpooling y el uso de transportes alternativos. Este impacto no solo contribuye a mitigar el cambio climático, sino que también mejora la calidad del aire en las ciudades.
En lo económico, Silva destacó que las personas de bajos ingresos han ahorrado colectivamente más de 600.000 dólares anuales gracias a la optimización de sus opciones de transporte. Este ahorro tiene un impacto directo en su calidad de vida, permitiéndoles destinar recursos a otras necesidades fundamentales.
Socialmente, la percepción de seguridad ha mejorado significativamente, especialmente entre las mujeres, que representan el 65% de los pasajeros de carpooling. El 99% de ellas afirmó sentirse más seguras al utilizar este servicio, un avance crucial en la promoción de la equidad y la protección en los desplazamientos urbanos.
Desafíos para Escalar la Solución
A pesar de los logros, Silva reconoció que el camino hacia una movilidad más sostenible enfrenta obstáculos importantes. Uno de los mayores retos es cambiar la percepción cultural sobre compartir recursos. Muchas personas aún se resisten a la idea de abrir sus vehículos a extraños, mientras que otros usuarios dudan de la confiabilidad y seguridad del modelo.
Adicionalmente, convencer a las empresas de priorizar presupuestos para estas iniciativas es un desafío constante. Silva explicó que es esencial demostrar que este tipo de soluciones no son simplemente un “nice to have”, sino una herramienta estratégica que mejora el bienestar de los colaboradores, fortalece su marca empleadora y avanza en sus metas de sostenibilidad.
Hacia un Futuro Colaborativo y Sostenible
Silva concluyó su charla enfatizando que el futuro de la movilidad urbana depende de la colaboración entre comunidades, empresas y tecnología. La experiencia de Try My Ride demuestra que es posible transformar los desafíos actuales en oportunidades para construir ciudades más equitativas y sostenibles.
Para lograr este objetivo, será crucial escalar esta propuesta a nivel regional, adaptándola a las necesidades específicas de cada ciudad. Con la combinación adecuada de innovación tecnológica, incentivos efectivos y el compromiso de todos los actores involucrados, la movilidad urbana puede convertirse en un motor de cambio positivo. Este modelo no solo promete mejorar la calidad de vida de millones de personas, sino también reducir significativamente la huella ambiental de nuestras ciudades, allanando el camino hacia un futuro más colaborativo, seguro y sostenible.